Para el amor de mi vida: mi padre
Esperaste con tantas ansías
mi llegada junto con mamá y cuando al fin llegué quedé prendida de tu mirada. Temías cargar mi cuerpecito frágil pero lo
hiciste bastante bien. Y desde entonces, desde ese primer momento, sentí
una conexión sumamente especial e inigualable.
Terminaste
convirtiéndome en tu princesa y tú sin duda alguna eres mi príncipe azul, en
ese primer amor que he de querer toda la vida, mismo que me enseña a diario lo
que valgo y lo que merezco. Mismo que me educa y me cuida con amor. El hombre que es el vivo ejemplo de lo que
quiero algún día en el amor.
Sé que conforme transcurre
el tiempo y crezco, la relación se vuelve un poco complicada. Yo comienzo con
esa rebeldía que a ti te hace perder la cabeza. A veces cometo mis errores, pero nunca sueltas mi mano pese a ello.
Somos tan iguales que quizás por eso choquemos, he sacado tu carácter, debes
reconocerlo, pero sin duda alguna hay algo en lo que completamente nos
parecemos; es el amor infinito con el que nos queremos.
A veces sueles ponerte
celoso de amistades y de esos pretendientes que comienzan a aparecer, crees que
por su culpa te he de dejar de querer. No
hay nada que temer papá, aunque yo me llegará a enamorar, tú siempre serás el hombre más importante
en mi vida y mi corazón, ¡te lo aseguro!
Aunque eres sumamente
exigente, sobre-protector y a veces hostigoso, admiro la forma en que me has educado. Me has enseñado que por encima
de todo está el amor propio y el respeto hacia mí, mi dignidad y la práctica de
valores. Que debo perseguir mis sueños y que por más inalcanzables que
parezcan, siempre estarás ahí apoyándome y alentándome cada que lo he de
necesitar, por eso y mucho más… ¡gracias
papá!
A pesar de tu explosivo carácter,
de la poca paciencia que tienes y de esos días de mal humor ¡te admiro! Admiro todo
lo que haces por esta familia, lo que haces por mí y verme feliz. Admiro tu fortaleza y valentía, el que
nunca te rindes y siempre haces lo posible por salir adelante. El que
luchas día con día por darnos lo mejor y dejarnos la mejor herencia que es la
educación. Eres mi héroe, mi orgullo y mi ejemplo a seguir.
Gracias a ti y a la
formación que me has dado es que ahora soy la mujer que soy. Siempre aguerrida,
siempre fuerte y siempre valiente. Defendiendo mis ideales y persistente en
alcanzar cada uno de mis sueños. Sé que
de no ser por tus reglas, tus regaños y tu estricto comportamiento, no sería ni
la mitad de lo que ahora soy.
Ahora te valoro más que nunca,
porque sé que no ha sido fácil, que nadie nace sabiendo ser padre o madre, pero
debo reconocer que lo has hecho bastante bien. Has hecho de mí una buena persona, una buena mujer que camina con pasos
firmes y avanza. Una mujer que no se rinde y que siempre da la cara. Por ello
es que siempre estaré en deuda contigo.
Gracias a ti, es que ahora
sé el hombre que quiero para mí, ahora se las características que debe de tener
mi compañero de vida. Quiero a alguien
como tú que siempre luche por su familia, alguien que dé la cara, que me sepa
valorar y amar, que me lo demuestre día a día como tú se lo has demostrado
de alguna u otra forma a mamá. Quiero un hombre valiente y trabajador, alguien
que sepa verdaderamente mi valor, que me respete y me apoye. Un hombre como tú
pero que no ha de ocupar tu lugar, porque ese lugar que siempre has de ocupar
es y será especial.
Y aun conociendo al hombre
que será mi compañero y mi amor, debo asegurarte una cosa: siempre serás mi primer amor, el primer hombre en mi vida.
¡Gracias papá! Por tanto que
me has dado y hecho por mí.
Con
un amor profundo e infinito, tu princesa.
Comparte este artículo .
Para el amor de mi vida: mi padre
Reviewed by Samantha Olivares
on
13:28:00
Rating:
